Bookstory .4
Arturo García Gaytán.
Las
balandronadas del presiganso en cuanto a pedir disculpas al rey de España por
la brutalidad de la conquista despertaron pasiones de antaño y un patriotismo
desvelado. La vetea de babas la dio él mismo, fue una carta que se mandó sin
firma, como si eso justificara.
El campo
de batalla para reivindicar a los pobladores originales fueron las redes
sociales donde pudimos apreciar diversos niveles de debate, claro, predominó el
supra nivel, aquello que está por debajo de cualquier expectativa y recita como
loro lo que escucha o lee.
Este fue
un ejercicio publicitario, planeado, después nos enteramos que fue una
estrategia para impulsar la venta del libro de la domadora del presiganso,
descobijó a millones de fervientes mexicanitos, pues de historia de México
saben un carajo.
Además
de las cartas de relación, que el mismo don Hernán Cortés, mandó a su soberano
detallando paso a paso la conquista, uno de sus capitanes, Bernal Díaz del
Castillo, escribió Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.
Documentos valiosos y por demás parciales.
Son los
parámetros oficiales para “conocer” la historia de la conquista y la dominación
de una España en ciernes, recordemos que fueron cerca de 400 peninsulares y
algo así como 150 mil naturales los que derrotaron a los mexicas y a sus
aliados, las letras que refieren son en castellano, no en náhuatl.
Entonces,
un historiador francés, Jacques Soustelle, recrea en su libro La vida cotidiana
de los aztecas en vísperas de la conquista, los usos y costumbres de los habitantes
del Valle de Anáhuac.
En siete
capítulos el autor desmenuza la organización política, religiosa, militar y
social de los mexicas, también expone las ceremonias religiosas y sociales,
detalla un día común en la vida de un habitante de la Gran Tenochtitlan.
La
ciudad.
La
sociedad y el Estado.
El
mundo, el hombre, y el tiempo.
El día
de un mexicano.
Del
nacimiento a la muerte.
La
guerra.
La vida
civilizada.
Esta
obra en sí misma es una joya que no puede faltar en cualquier biblioteca, o al
menos consultarse frecuentemente, pues nos dará perfiles y datos poco manejados
por historiadores comunes y puede que nos otorgue hasta nivel en los debates en
redes sociales.
La
organización que tenían los mexicas en la Gran Tenochtitlan era envidiable,
predominaban los barrios y estos se agrupaban por oficios y clases, pues
imperaba un entramado social y político bastante enredado, la clase sacerdotal
vivía aparte en los templos, los gobernantes, igual, no se mezclaban.
Nacer en
aquellos tiempos implicaba todo un acontecimiento familiar y social, y quedaba
marcada la criatura por la fecha y hora del parto, de eso dependía primero, el
nombre, luego el oficio y así se marcaba el destino de aquella gente.
Igual
los decesos, eran festividades y ritos los funerales donde se comía y bebía en
memoria de los muertos, la cosmogonía mexica regía la vida y la muerte de la
gente.
Soustelle
nos ofrece a los lectores la experiencia de vivir, en letras, un día en la vida
de un mexica, desde que se levanta de su petate, desayuna, trabaja o estudia,
come y se entretiene hasta dormir.
También
nos explica los rituales y ceremoniales previos, durante y posteriores a una
batalla, recordemos que la guerra era parte importante de los mexicas y a la
postre ese predominio mantenido a sangre y flecha los llevó a perder ante un
puñado de blancos barbados y sus aliados resentidos.
Ya
después podemos buscar la fuente apropiada para abrevar sobre la colonia y el
virreinato y entonces sí, cubrir cabalmente este lapso de la historia patria
que merece saberse y difundirse.
Este
libro fue editado y publicado por el Fondo de Cultura Económica en la ciudad de
México en el año de 2006 y consta de 286 páginas.
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