Bookstory 8
Arturo García Gaytán.
Las letras mexicanas se vistieron de luto o, debieron
vestirse de luto, porque no todo el mundo intelectual reconoció en vida al
maestro y narrador Armando Ramírez, el canon oficial y el pirata le dieron la
espalda durante toda su vida y su obra padeció la descalificación.
Hoy no
voy a contarles un libro, disculpen, es el objeto de este esfuerzo, el
compartir la experiencia de sumergirse en las páginas de un libro, en cambio,
deseo compartir con ustedes que favorecen con su lectura, la experiencia de
descubrir un autor que sin maquillaje ni imposturas siempre se mostró tal cual
y, sobre todo, abrió y expuso al barrio.
Quien no
ha pisado Tepito puede ser presa de un mitológico encanto, hay quien ya lo pisó
y sufrió los estragos de la delincuencia, hay también quien es cliente
frecuente de La Lagunilla y Tepito y no ha sufrido un asalto, el popular y
enigmático barrio bravo es parada oficial de tours nacionales y extranjeros.
Armando
comenzó a escribir de manera fortuita, aprovechando los cuadernos que le iban
sobrando de la escuela, y, algo que hay que agradecerle, nunca perdió su
identidad, siempre fue fiel a su voz, a su estilo y al barrio, lo que molestó a
muchos de sus contemporáneos.
Sin
proponérselo Armando Ramírez provocaba a propios y extraños, no sólo por su
prosa elaborada en sus noveles, su incursión en el periodismo formal rompió de
raíz la concepción que de él tenían editores y jefes de información, pues su
comunicólogo interior encontró pronto acceso a la técnica periodística y se
volvió en un colaborador indispensable en medios escritos y electrónicos.
No hubo
rincón del centro histérico de la ahora Ciudad de México que no retratara, que
no desmenuzara y llevase a sus seguidores a conocer de cerca, su falta de
instrucción académica no fue factor en contra, al contrario, con lenguaje
sencillo y coloquial habló y escribió durante su vida.
Armando
Ramírez Rodríguez es un autor que no debe faltar en ninguna biblioteca, es
lectura obligada para jóvenes y adultos que gustan del sazón mexicano en las
letras y, sobre todo, encontrarse en el reflejo de un autor culto, sencillo y
sin mayor aspiración que la de compartir su experiencia de vida y su barrio.
Tepito
Arte Acá y muchos otros colectivos formaron parte de la formación intelectual
de Armando, y que fueron la plataforma de abrir a México y al mundo el barrio
más enigmático de la megalópolis, es por eso que este ejercicio entero se le
dedica a este Señor que es pauta y guía, congruencia y compromiso.
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